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Injusticia.
En el mundo.
En mi casa.
En mi país.
En mi escuela.
En las calles.

¿De dónde proviene la injusticia?

Corporaciones.
Sistemas económicos.
Abuso de poder.
Gobiernos corruptos.
Grupos delictivos.
Lógicas de mercado.
Marginación.
Monopolios.

¿Quién hizo todo esto?
Copiar y pegar: ¿Quién hizo todo esto?
El hombre.
La humanidad.
La raza humana.
¿Por qué?
¿De dónde proviene la injusticia?
Está allí.
¿Dónde?
Allí.

¿Cómo tendría que ser la justicia para ser justa?
Lista numerada.
Inciso a) Debe ser completa. No debe haber detalles que escapen a ser considerados. Deben conocerse y evaluarse todas las facetas del asunto.
Inciso b) Debe ser imparcial. No puede ser justa con una parte e injusta con otra.
Inciso c) Debe ser objetiva. No puede basarse en opiniones, sino en situaciones, objetos y hechos concretos.
Inciso d) Debe ser transparente. Todo el proceso debe ser conocido por todos los implicados, sin haber aspectos ocultos a conveniencia.
Se necesita un juez que tenga todas estas características.
¿Es posible?
Sería un juez perfectamente justo.
Pero no existe ningún ser humano así.
Debemos suponer que Dios existe. De otra forma, ¿cómo existirá la justicia justa?
¿Cómo existirá la justicia justa?
¿A qué Dios te refieres? Conozco dioses injustos.
Al Dios de la Biblia.
¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal! Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento. ¿Por qué entonces toleras a los traidores? ¿Por qué guardas silencio mientras los perversos se tragan a los justos?

Formato: Subrayado: Si Dios es justo, ¿por qué no ha hecho justicia en este mundo?
¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El perverso acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas.
¿Hasta cuándo?
¿No te parece demasiado?
¿Cuánto más resistirá la humanidad?
No tengo idea.
Copiar y pegar: ¿Hasta cuándo?

Dios está haciendo justicia.
Es presente continuo. Hace y sigue haciendo justicia.
¿Dónde?
¿Cómo?
No lo veo.
Yo veo violencia.
Veo racismo.
Veo pobreza.
Veo crimen.
¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches?
Veo homicidio.
Veo corrupción.
¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves?
Veo impunidad.
Veo maltrato.
¿Por qué me haces presenciar calamidades?
Veo esclavitud.
Veo discriminación.
¿Por qué debo contemplar el sufrimiento?
Veo desigualdad.
Veo guerra.
Veo dolor.
Salto de página.

Si el Dios de la Biblia está haciendo justicia, ¿cómo lo hace? ¿Dónde lo hace?
Porque no lo veo…
¿No lo ves?
Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El perverso acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas.

Dios es justo. Y está haciendo justicia.
Justicia a gran escala.
A lo largo de la historia.
No logro verlo.
Veo todo lo contrario.
Justicia a gran escala.
En el mundo.
En las naciones.
En las comunidades.
En las relaciones.
En los seres humanos.
¿Cómo?

La muerte de Jesús.
La cruz.
¿Cómo?
Toda la injusticia cayó sobre él.
El que vivió una vida justa.
Fue juzgado injustamente.
Pagó por un crimen que no cometió.
Pagó por la injusticia del mundo.
La cruz.
Su muerte.
Su resurrección.
Salto de página.

Si a Dios le importara hacer justicia en nuestro mundo, debería irse a vivir con los pobres.
Con los que sufren violencia.
Con los débiles.
Con los despreciados.
Con los desechados.
Con los rechazados.
Él lo hizo.
Lo hace.
Jesús caminó entre los niños, las mujeres, los despreciados, los leprosos, los que nadie amaba.
Dios caminó entre nosotros.
Copiar y pegar: Dios caminó entre nosotros.
¿Qué sentiste, Dios, al caminar por esas calles?
¿Al ver esa miseria?
¿Al ver tanta violencia?
¿Al oír el dolor?
¿Al ver tanta injusticia?
¿Qué sientes hoy?
La ejecución.
La cruz.
¿Para qué?
Para que se hiciera justicia.
El Dios de la Biblia, el juez justo, hizo justicia.
A través de Jesús él nos exonera de la injusticia que invade nuestro ser.
A través de Jesús él nos declara justos.
Nos declara inocentes.
A través de Jesús él orienta nuestra vida hacia la justicia, en cada persona, en las relaciones, en los países, en el mundo.
¿Dónde? Sigo sin verlo.
Todo esto se hace realidad en el que se acerca a Jesús creyendo en él.
Creyendo en quién es él.
Creyendo en lo que hizo.
De esta forma esta justicia se hace realidad en nosotros.

Pero sigo sin verlo.
¿Cómo es que Jesús hace justicia en este mundo?
Sigo viendo injusticia.
¿Cómo cambian las cosas si creo en Jesús?
¿Qué ha cambiado en siglos de historia?
¿Qué diferencia ha hecho la fe cristiana?
¿Qué nos ha dejado como humanidad el seguir lo que la Biblia enseña?
¿Es nuestro mundo más justo?
¿Son las personas más justas?
¿Es la sociedad más justa?
¿Dónde encontrar justicia?
Salto de página.

No alcanzamos a verlo.
Pero la historia está avanzando.
El Dios de la Biblia ha prometido un día en el que hará justicia completa.
Perfecta.
Con toda la humanidad.
¿Cuándo?
Tal vez pronto.
No sabemos.
¿Será cierto?
Será cierto.
Insertar nota al pie:
Lo sabemos porque las promesas que ha hecho en el pasado, las hemos visto cumplidas.
Insertar nota al pie:
Las promesas que hace acerca del futuro, las veremos cumplidas.
Nos dio pruebas como garantía de que será cierto.
Hoy podemos y debemos ejercer justicia.
En todos los ámbitos.
En todo el mundo.
En todos los niveles.
Para todas las personas.
Así que llegará.
¿Mientras tanto nos sentamos a esperar?
Formato: Negrita: No.
Mientras tanto, nos dedicamos a llenar el mundo con justicia.
Llenando tu ser con justicia.
Llenando tus relaciones con justicia.
Llenando tu ciudad con justicia.
Llenando tu país…
Puntos suspensivos.

¿Idealistas? ¿Somos soñadores? ¿Somos ilusos?
La injusticia es real.
Duele.
Quema.
Lastima.
Mata.
La justicia que ejerce el Dios de la Biblia a través de Jesús es real.
Sana.
Libera.
Renueva.
Da vida.

Él está haciendo justicia.
Él está llenando nuestras calles con justicia.
Él está conduciendo el rumbo de la historia hacia la ejecución final de la justicia en forma completa.
¿Qué diferencia puedo hacer yo?
Siglos de historia. Mi vida es apenas un instante.
Miles de millones de habitantes en este mundo. Yo puedo influir apenas en una docena.
Tantas generaciones han pisado esta misma tierra. Y yo soy solo un eslabón más.
Justicia es una palabra muy grande para mí.
Salto de página.

Supongamos que Dios existe.
Supongamos que Dios tiene la capacidad para hablar.
Supongamos que el ser humano tiene la capacidad para entender lo que Dios ha dicho.
Supongamos que la Biblia registra lo que Dios quiso comunicarle al hombre.
Supongamos que Dios es justo.
Supongamos que Él nos creó a su imagen.
Supongamos que anhelamos la justicia porque Él es justo.
Supongamos…

Así que este Dios de la Biblia sale con la idea de que quiere llenar este mundo de justicia.
Sale con la idea de volverse humano, y caminar entre nosotros.
Tiene la ocurrencia de morir en nuestro lugar para pagar por toda la injusticia cometida por la humanidad.
Decide poner a nuestro alcance esta justicia a través de confiar en lo que hizo por nosotros
Paréntesis: Su muerte y resurrección. Cierra paréntesis.
Y al hacerlo, nos declara justos, nos injerta una mente justa, y nos da la tarea de ejercer justicia en este mundo.
En todos los niveles.
Es posible.
¿Qué dices?
¿Qué harás?

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